Todas íbamos a ser reinas: ¿minas al poder?
- comodramaycalzon
- 8 nov 2016
- 2 Min. de lectura
La relación entre la mujer y el poder siempre ha sido conflictiva. Históricamente siempre hemos tenido que pelear para darnos un lugar. Sin embargo, hay varias mujeres que dejan mucho que desear como líderes. Hoy veremos un ejemplo desde el teatro.
Ubú rey es una obra dramática estrenada el 10 de diciembre de 1896 escrita por Alfred Jarry que revolucionó la técnica teatral pero también sacó al escenario una parte que no se solía explotar de la mujer: la codicia, el ego, la manía por el poder.
Madre Ubú es esposa de un capitán del ejército ex rey de Aragón, quien cansada de que su esposo tenga ese rango y ansiosa por volver a ser reina, lo incita para que este mate a los actuales reyes de Polonia. Así de simple. Ni siquiera pestañea.
Esta acción revela una actitud sumamente egoísta y fría, todo lo contrario a lo que se espera de una mujer. Sin embargo, y a diferencia de artículos anteriores, esta visión cerrada de ansias de poder no expone una mina digna de admirar, sino que casi una rival. Porque, desde un pensamiento sumamente idealista, la noción de tener reinas o reyes es una forma de gobierno, estos deben representar a un pueblo y lo que debería motivarlos es las ganas de hacer esto. No llenarse los bolsillo, ni decorarse con joyas y títulos, que es lo que Madre Ubú quiere.

En nuestro país el tema de la política y la mujer es uno que sigue dando de qué hablar. No solo por la señora que les mostramos más arriba, sino porque siempre hay discusiones al respecto.
Es más, hace muy poco, en las elecciones pasadas, tanto Evelyn Matthei como Catherine Barriga alimentaron los portales de noticias. Muchas de las críticas a, sobre todo esta última, se debían a su pasado como bailarina o que le gusta el rosado. Críticas que vienen desde un odio hacia lo femenino. Varios círculos feministas salieron en su defensa porque no creían que era lo correcto fijarse en aquellos detalles cuando lo más grave es que ella desde su poderío no representa a la mujer de hoy. A nadie le importa si quiere pintar todas las bancas de la Plaza de Maipú rosadas, lo que importa son sus ideas que representan algo que ya no existe.

Por otro lado el caso de Evelyn Matthei es mucho más complejo por su enlace más directo con Augusto Pinochet y su dictadura, por haber estado del lado de la matanza, por haber secundado que se secuestraran y violaran mujeres, que se destruyeran las familias que tanto defienden. Un poder a ciegas, que no reconoce vergüenza y que podríamos comparar perfectamente con Mamá Ubú dentro de Ubú rey y con lo que fue en su tiempo Lucía Hiriart pues esta mujer, dentro de la obra, no tiene contemplaciones al pedirle a su esposo que acabe con toda la familia, reina incluida.
El tema genera un debate que nos gustaría discutir en Comodramaycalzon: ¿debemos apoyar sí o sí a las mujeres en el poder? ¿nos representan realmente? ¿es justo que juzguemos sus ideas? ¿Qué hay del “apoyo al género” del que tanto se pregona? dejamos las preguntas abiertas y te invitamos a revisar Equilibrio Precario y descargar el PDF que tienen disponible.
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